Si la Vía Láctea, nuestra galaxia, fuera del tamaño de Estados Unidos, nuestro Sol sería, en comparación, la mitad del tamaño de un glóbulo rojo. Todo nuestro sistema Solar, con sus planetas, entrarían dentro de la yema del dedo meñique. Nuestra Tierra sería del tamaño de un virus... o menor aún.
Y eso que nuestra galaxia es solo una más del grupo local, con Andrómeda como la más grande, con la Galaxia del Triángulo y la Gran nube de Magallanes.
Y el grupo local no sería más que un patio de vecinos en las afueras de una gigantesca ciudad, que sería tan solo el Universo observable.
La distancia es el olvido, dijo ella, y comprendí porqué no recuerdo nada.
Vámonos de aquí, respoondí ¿Donde? Da igual, lejos es sólo un adverbio.